Largo Domingo de noviazgo

Cuando la Primera Guerra Mundial se acerca a su fin, para una joven francesa está a punto de comenzar la más grande de las batallas. Mathilde-Audrey Tautou-ha recibido la noticia de que su prometido Manech-Gaspard Ulliel-es uno de cinco soldados heridos que han sido sometidos a consejo de guerra y enviados a la tierra de nadie que hay entre los ejércitos francés y alemán… y a una muerte casi segura. Mathilde, que no está dispuesta a aceptar que haya perdido para siempre a su querido Manech, se embarca en un extraordinario viaje para descubrir el destino de su prometido. A cada paso, recibe una descorazonadora versión de cómo debe haber pasado Manech esos últimos días, esos últimos momentos. Aún así, nunca se desanima. Con una fe inquebrantable, reforzada por la esperanza y por una actitud alegre, Mathilde sigue su investigación hasta el final, convenciendo a los que podrían ayudarla e ignorando a los que no lo harán. A medida que se acerca a la verdad sobre los cinco desafortunados soldados y su brutal castigo, se ve más envuelta en los horrores de la guerra y las marcas indelebles que deja en aquellos cuyas vidas ha tocado.

Mi opinión sobre la película es clara y concisa, me encanta. Si ya de por sí Amélie no me dejó indiferente, esta película más de lo mismo-aunque no es tan original ni tan comparable como la de Ámélie.. He de decir que se pone entre una de mis películas favoritas. Simplemente es preciosa. La película se envuelve en la desesperación, el miedo, el abatimiento, el día a día en las trincheras donde cada soldado tiene una historia, y una vida que ha dejado atrás, la locura que llevo a algunos hombres a hacer terribles atrocidades en el nombre de su patria; pero dentro de esta película también se puede encontrar la esperanza, el optimismo, toques de humor, el amor inquebrantable; lo que hacen de esta película algo fantástico para ver.

Os la recomiendo encarecidamente. Por cierto la película está basada en el libro de Sebastien Japrisot, elc ual espero leer algún día.

-Desde la noticia de su muerte, ella se aferró obstinadamente a su intuición como a un fino hilo. Jamás perdió la esperanza, Matilde es de naturaleza optimista. Sabe que si ese hilo no la lleva hasta su amado no importa, no pasa nada, siempre podrá ahorcarse con él.

-Mathilde, si no puedes llorar, habla. Y si no puedes hablar, calla. Pero, en fin, a veces empezamos a hablar, y nos ponemos a llorar. Y al llorar decimos lo que no hemos dicho al hablar. No se si me entiendes. Si no, sigue así, con esa cara de boba.

¡Muchos Besos!